¿Has oído hablar del personal branding o de la marca personal?
Su definición es simple, se basa en considerar a las personas como una marca o como si de un objeto al que hay que vender se tratase.
A través de la marca personal buscamos mejorar la percepción que los demás tienen de nosotros con el objetivo último de diferenciarnos y conseguir mayor éxito en las relaciones sociales y profesionales.
Para Jeff Bezos, fundador de Amazon la marca personal es “lo que otros dicen de ti cuando tu no estás”
Esta definición deja claro que la marca personal es un nuevo concepto que va a ser muy utilizado en el mundo del marketing empresarial de hoy en día tanto, un mundo en el que productos, servicios y personas somos cada vez más similares y si queremos llamar la atención y diferenciarnos del resto tendremos que mejorar constantemente y hacer única a nuestra marca.
Un claro ejemplo de marca personal llevada a cabo con éxito a través de una gran estrategia de marketing político es el del presidente de Estados Unidos Barack Obama.
El presidente tiene grandes dotes de discurso, sabe a dónde tiene que dirigir su mirada en cada momento, se le ve seguro en todos sus actos públicos, sabe encajar su estilismo con el evento al que asiste y tiene “esa” sonrisa, esa atractividad o carisma que no deja a nadie indiferente
En definitiva, Obama ha creado su marca personal cuidando todo al más mínimo detalle, cada gesto, cada palabra, cada movimiento, todo está estudiado y gracias a la construcción de la marca Obama el presidente ha dejado huella en la historia de Estados Unidos.
Steve Jobs no era solo un genio de la tecnología, sino también del mundo empresarial.
Por ello sabía que la persona que está detrás de una gran marca es igual de importante que la marca, como consecuencia de esta estrategia de marca identificamos de manera innata Apple con Steve Jobs y Steve Jobs con Apple, van de la mano.
Jobs buscó diferenciarse, ser único transmitiendo al público una gran confianza tanto en sus presentaciones como en sus diversos actos sociales.
Él no solo vendía productos con un logo en forma de manzanita, Jobs hacía ver a su público que esto iba más allá vendíendo elegancia, diferenciación, exclusividad… vendía la auténtica “experiencia Apple” inigualable por el resto de marcas de la competencia y dejando así una gran huella en el mundo empresarial tras su muerte en 2011.
Actores y cantantes no se quedan atrás a la hora de aplicar esta estrategia de diferenciación.
Lady Gaga es un excelente ejemplo de un buen personal branding.
Es diferente, auténtica, original y le es indiferente la opinión de los demás, provocando en consecuencia opinión.
Gaga no pasa desapercibida para nadie, la gente opina sobre ella ya sea para “amarla” u “odiarla”, pero lo importante es que no deja a nadie indiferente y esto es un claro ejemplo de una marca personal bien gestionada.
David Beckham tiene enormes ingresos gracias a la buena gestión de su marca.
Su marca personal era tan fuerte que en ocasiones no se sabía si era modelo o futbolista.
Imitado por miles de fans tanto del fútbol como de la moda, las grandes marcas se pelean por él debido a la gran reputación creada a lo largo del tiempo.
Una marca personal también implica gestionar las “crisis” de manera que no afecten a tu imagen y esto lo ha conseguido el ex futbolista de manera ejemplar.
Como hemos visto, la marca personal está de moda, pero no solo para los famosos y empresarios de éxito, nosotros también podemos (y debemos) gestionar la nuestra para diferenciarnos en nuestro mundo profesional en el que predomina la oferta y escasea la demanda.
Cómo gestionarla de manera correcta lo publicaré en otro post 🙂
¡espero que os haya gustado!
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